Seguimiento y evaluación del Plan de Formación

La evaluación es un proceso de perfeccionamiento de la tarea formativa, que nos permite obtener y proporcionar información útil para determinar las decisiones a tomar, con el objeto de mejorar dicha tarea y sus resultados.

Se plantea como objetivo evaluar los niveles alcanzados por los trabajadores, así como el plan, programa formativo, curso y la propia actuación docente. Dicho de otro modo, la evaluación ha de tener por objeto verificar resultados que afecten al proceso de aprendizaje de los trabajadores.

En el proceso de evaluación debemos concretar para qué, qué, cómo, cuándo y quién va a evaluar. Todo esto lo concretaremos en la evaluación que será considerado un instrumento, que guiará este proceso antes, durante y al final del curso.

Mediante registro de datos (cuestionario), se llevará a cabo el seguimiento de cada acción formativa, pero destacando la valoración del formador y la de los asistentes. A partir de los resultados de estas evaluaciones, posteriores a las acciones formativas, se pueden tomar medidas correctoras, si fueran necesarias.

Se podrán evaluar entre otros, los siguientes indicadores:

  • Conocimientos técnicos adquiridos.
  • Nivel de dominio de conocimientos prácticos.
  • Nivel de dominio de las habilidades, destrezas relacionadas con la profesionalidad.
  • Cambios de actitud ligados a comportamientos profesionales.
  • Grado de satisfacción de los trabajadores con la acción formativa, con los conocimientos adquiridos, la organización y los recursos puestos a disposición y del formador, a través de cuestionarios o distintas técnicas o dinámicas de evaluación.
  • Transferencia de los conocimientos al puesto de trabajo: evaluar en qué grado el trabajador pone en práctica los conocimientos, las habilidades y/o competencias adquiridas.
  • Resultados: evaluar el retorno de la inversión, comparando el importe invertido en las acciones de formación y el aumento del beneficio de la empresa como resultado. En la evaluación de resultados debemos ser capaces de responder a preguntas del tipo:
    • ¿En cuánto mejoró la calidad como consecuencia de la actividad formativa?
    • ¿La productividad?
    • ¿La comunicación interna?
    • ¿El clima laboral?
    • ¿La producción?
    • ¿Las ventas?, etc.

Para evaluar podemos utilizar uno o varios de los instrumentos que señalamos a continuación:

  • Pruebas escritas: cuestionarios (indicador cuantitativo).
  • Pruebas observación práctica: simulaciones, exposiciones, trabajo de campo, observación final, donde el formador observe las acciones, conductas, procedimientos y actitudes que pone en marcha el trabajador (se debe ayudar de hojas de observación como indicadores cualitativos).

Ejemplo de Formulario de indicadores de evaluación de la formación de una Pyme comercial minorista de alimentación:

Indicadores de evaluación de las acciones formativas:


Programa de formación

Curso de formación

Indicadores cualitativos

Indicadores cuantitativos


A continuación, aportamos un Modelo de Cuestionario de Satisfacción de un curso de formación, a fin de  conocer el nivel de adecuación de la acción formativa realizada con las necesidades de formación de los trabajadores.  Esta herramienta permitirá conocer la opinión de los asistentes de la actividad de formación en lo referente a contenidos, metodología empleada, características del formador, recursos utilizados, aplicación para el puesto de trabajo, etc.; llevando a cabo medidas correctoras en alguno de estos aspectos, si hiciera falta.

Dicho cuestionario contempla los siguientes criterios a evaluar:

  • Valoración del curso de formación.
  • Valoración de Instalaciones y medios técnicos.
  • Valoración de la Evaluación del aprendizaje.
  • Valoración general del curso de formación.

Con la evaluación se pretende medir el nivel de adecuación entre los objetivos de formación y los resultados obtenidos de la impartición de la formación, con la finalidad última de comprobar la transferencia de lo aprendido en la acción formativa al puesto de trabajo.